Amarillo

Hace cientos de años atrás en una pueblo a las afueras de Europa las personas eran muy desdichadas, no presentaban ninguna emoción, nadie sabia el porque ni siquiera ellos mismos. Todos los del pueblo conocían la palabra felicidad pero ninguno la sentía  Los que pasaban por esa ciudad decían que las personas que vivían en ese lugar parecían sin vida, no tenían ninguna emoción que mostrar y daba tanta tristeza no poder ayudarlos ya que nadie conocía la razón de la tristeza de esas personas. El pueblo parecía un reloj donde el tiempo que pasaba lo mataban siendo desdichados. 

Un día a las 9:45 de la mañana llego un hombre muy particular al pueblo, llevaba toda su ropa amarilla y una actitud cautivadora. El nombre de ese hombre era Kítrino. Todo el pueblo estaba asombrada, nunca había visto a un hombre tan alegre y carismático, que tan solo con su presencia los contagio de alegría. Todo el pueblo quería ser como el, así que toda la gente del pueblo empezó a vestir de amarillo. Ellos creían que el amarillo era el color de la felicidad. Kitrino les trajo felicidad a los del pueblo y ellos nunca lo olvidarían, hasta crearon un día en su honor como agradecimiento. Nombraron ese día el día Kitrino donde hacen una gran celebración con decoración y vestimenta solamente amarilla.

 

Hoy en día en ese pueblo hay un muchacho muy conocido llamado Mávros. Es conocido ya que no suele usar ropa amarilla, su favorita es la morada. Todo el pueblo estaba asombrados como era que no usaba ropa amarilla y aun así no era desdichado, al contrario era bastante carismático con todos, pero todos lo rechazaban cuando quería juntarse con alguien en la escuela porque a todos les parecía raro. Llego el día Kitrino. Mávros todos los años usa ropa de cualquier color, ya que se siente muy cómodo con ella. No le importaba que fuera el día de Kitrino, el usaría lo que le gusta. Los padres de Mavros le suplicaron para que este año usara ropa amarilla, al menos en el día de Kitrino. Mávros accedió a usar ropa amarilla, pero solo ese día. Mávros fue a su habitación a buscar ropa amarilla, y se dio cuenta que no tenia ninguna prenda amarilla, solo una camisa que sus padres le habían regalado en navidad. Mávros fue a la habitación de su hermano para tomar ropa amarilla prestada. Encontró toda la vestimenta, pero solo le faltaban los calcetines, busco y busco pero no los logro encontrar. Por alguna razón quiso fijarse debajo de la cama, lo hizo y encontró un calcetín, pero solo uno. Se paso una hora buscando el calcetín amarillo, hasta que por fin lo encontró, estaba en el closet muy al fondo. Mávros se ducho y se puso la ropa amarilla de su hermano. Fue a la sala donde estaba toda adornada con cosas amarillas, eran muchos los invitados que apenas pudo caminar entre ellos para dirigirse a donde estaban sus padres. Al llegar con sus padres ellos se sorprendieron y los lleno de felicidad ver a su hijo usar ropa amarilla, pero notaban que su felicidad se reducía, empezó a sentirse incomodo. Mávros fue corriendo a su habitación y rápidamente se cambio de ropa. Uso su mejor conjunto de ropa morada y bajo a la sala de la casa. Todos los invitados lo miraban de una forma bastante particular. Mávros disfruto la fiesta a su modo sin importar la vestimenta que tenia y como lo miraban los demás. Al día siguiente, Mávros fue a la cocina a desayunar, pero lo esperaban sus padres, algo desanimados ya que Mávros no los obedeció sobre usar ropa amarilla. Mávros fue a la escuela y siguió su día. Los padres de Mávros se veían algo confundidos ya que a pesar de que su hijo no usara ropa amarilla seguía siendo feliz. Al llegar Mávros de la escuela sus padres lo llamaron para hablar con el. 

-¿como es que siempre estas tan feliz todos los días aunque no uses la ropa amarilla?- dijo la mama de Mávros

- No lo se, simplemente no le tomo importancia- contesto Mávros

- Pero aun así, no podemos permitir que sigas usando cualquier tipo de color que no sea amarilla.- menciono el papa de Mávros

- Padres, el color de la vestimenta no es lo que importa, si fuera así como todos dicen que el amarillo es el color que nos brinda felicidad entonces, ¿como es que sigo viviendo mi vida sin ningun problema emocional?- Quedo un silencio bastante largo. -mamá, papá, yo se que es algo difícil de comprender ya que es lo que se ah creído siempre en este pueblo, pero tienen las personas que cada persona es responsable de su desdicha y si ellos quieren estar feliz, estar triste, estar molestos, o incluso ansiosos pueden serlo, no tiene nada que ver el color-

Los padres empezaron a comprender y entender a su hijo. Esa misma tarde sus padres se vistieron de todos los colores del arcoíris. Mávros al verlos quedo sorprendido ya que no había visto a sus padres vestirse así. -hijo,lo sentimos por hacerte usar un color que a ti no te gusta y no te sientes cómodo con el, ahora comprendemos que la felicidad no depende de un color.-