El mal uso de las redes sociales
Las redes sociales llegaron con la era del internet y desde ese momento han cambiado para siempre la forma en que las personas se relacionaban. Facebook, Twitter, Instagram y otras redes sociales conocidas constituyen una forma de interactuar con personas de todo el mundo. La comunicación entre las personas, al fin y al cabo, es algo bueno. ¿Dónde está el problema entonces? No está en esas herramientas, está en aquellas personas que las utilizan. Se puede afirmar entonces, que, la malo está en abusar o dar un mal uso a unos medios que están destinados a un bien común. En su momento, los videojuegos también causaron una gran polémica respecto a su uso y abuso. Una forma de pasar el rato se convirtió en un vicio para muchos. Lo mismo puede suceder con las mencionadas redes sociales.
La relación especial que mantienen con la tecnología supone el acceso a variadas y diferentes oportunidades en todos los ámbitos, al mismo tiempo que plantea nuevas situaciones que pueden ser problemáticas para los mismos. La alarma social crece cuando estos riesgos no son conocidos por los educadores, ni por padres y madres, los cuales han crecido en un contexto no digital. En este campo, se pueden distinguir los riesgos pasivos del uso de la tecnología de los riesgos activos. Entender por riesgos pasivos aquellas disfunciones que el uso de la tecnología implica, sin que curse necesariamente la voluntad de los usuarios. Los riesgos activos hacen referencia a situaciones en las que disponer de una determinada tecnología facilita que alguien desarrolle una pauta nociva, como puede ser acosar a alguien, por ejemplo, a través de ella. Por otro lado, afirman que internet pueden incitar fácilmente conductas inapropiadas debidas a la existencia de anonimato y falseamiento de identidad, conductas tales como exhibicionismo, agresividad y engaño. En relación a los aspectos negativos del uso de redes sociales en particular y de objetos tecnológicos en general, sabemos que la exposición a violencia en los medios de comunicación, internet, videojuegos y redes sociales, aumenta las interacciones agresivas en niños y adolescentes en encuadres sociales estructurados.
El salto generacional hace que la brecha en las Tics (tecnologías de la información y la comunicación) entre adultos y adolescentes sea bastante amplia, debido a que estos han nacido en una era globalizada, en la que el uso del internet y las tecnologías está a la orden del día, por tanto, resulta difícil para las familias la prevención de las conductas de riesgos y el uso abusivo de los mismos, ya que la gran mayoría de los adultos no dominan con soltura las Tics. Los adolescentes dominan las Tics mejor que los adultos, ya que han crecido en un contexto en el que, continuamente, se están desarrollando nuevas tecnologías que no existían en la etapa de crecimiento de sus padres/madres, debido a ello, es notable el incremento de la dificultad a la hora de la prevención y educación sobre las mismas por parte de los adultos.
La adolescencia mantiene una estrecha relación con las tecnologías de la información y la comunicación debido a que se han convertido en una poderosa herramienta que les facilita información, comunicación y potencia el desarrollo de habilidades y nuevas formas de construcción del conocimiento. En otras palabras, la adolescencia de hoy, practica nuevas formas de construir una cultura digital. Las personas, a través de su uso, pueden interactuar con otras personas o medios mientras nos ofrecen posibilidades que anteriormente eran desconocidas. La incorporación del internet a nuestras vidas ha traído consigo grandes ventajas, las cuales nos permiten intercambiar información y comunicarnos con facilidad con las personas de nuestro entorno de una manera constante, lo que genera una gran implicación social y nos facilita muchas de las tareas diarias.
Esta es una gráfica donde se encuestaron varios jóvenes menores de edad. Como podemos ver los jóvenes pasan mas de 5 horas diarias en las redes sociales.
En esta otra grafica se encuestaron varios jóvenes y podían responder más de una respuesta. Como podemos ver que los jóvenes usan más los Tics para enviar WhatsApp a lo que se resume a la comunicación.
Cabe de mencionar que los menores están continuamente usando internet, algo que no se puede obviar e impedir ya que vivimos en una sociedad en la que el consumo de las redes sociales y de internet en general está normalizado. En general no son realmente conscientes de los riesgos que trae consigo el uso del internet, ya que se comunican con personas desconocidas a través de mensajes, llamadas, etc., un dato bastante pronunciado que nos demuestra que realmente no son conscientes ni del riesgo, ni de que verdaderamente estén haciendo un buen uso del internet y las Tics.
Por tanto, según lo investigado son bastantes los riesgos a los que se expone un menor con el simple hecho de estar conectado a la red. Es fundamental por ello que los/as menores reciban una buena educación en línea que les permita prever las situaciones peligrosas que les acontecen las Tics y el internet, para ello hay una gran cantidad de guías y recursos disponibles tanto para padres, docentes o cualquier persona.
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